Y "Mambrú se fue a la guerra, ¡ja! que dolor que dolor que pena"

Hoy me alejo de tu vida. Me alejo intentando no mirar atrás. Me alejo recogiendo el poco de brillo que aun queda. Me retiro como un valiente, cobardía sería quedarme. Nada es para siempre, es cierto, ni lo bueno ni lo malo. A Dios gracias mi a veces penante alma, al igual que la tuya, lo ha entendido. Entonces sonriendo de nuevo, empezando de nuevo. Mejor un sabio silencio entre los ruidos necios que llamamos vida. Continuo mi paso por este sendero, quizá no sea el más difícil, pero tampoco es el más sencillo, no creas que me conformo con una instancia mediocre, simplemente sigo recargándome e intentando disfrutar las cosas como vienen. Te retiro la palabra, y la mayor parte del día te retiro de mis pensamientos. Parece que ya lo superaste. Las apariencias engañan. No todo es como parece. Me llevo las enseñanzas, atesoro los recuerdos, y empiezo a construir nuevos momentos felices. Me gusta esto de ser feliz, no entiendo porque antes no lo veía así, no es que disfrutara el sufrimiento, simplemente creía que era necesario para alcanzar la felicidad. Nuevas decisiones se acercan. Es tiempo de expandir el horizonte, o serán varios y en lo cuadriculado de la mirada solo vemos uno. Abajo la bohemia, es la nueva filosofía por estos días, y no es que no aprecie el arte, de no hacerlo extinguiría la luz que le brinda a mis días unas sencillas letras bien escritas. Me solidarizo con tu causa amiga, que también te haz alejado, me solidarizo con mi propia causa.