miércoles, 23 de junio de 2010

Mentiras vs verdades

He regresado al punto de mi vida en el que estoy consciente que todo cuanto hacemos es la respuesta a una decisión fundamentada en la educación moral, cognitiva y, en ocasiones, contextual recibida.
Todo es acerca de elecciones, decisiones de vida con consecuencias que nos impactan positivamente o negativamente.
Vuelve a la mesa el tema de la verdad, lo relativa que es y la manera en que repercute sobre quien la expresa como quien la recibe. ¿Suavizar la verdad no es acaso mentir? Entre las respuestas recibidas encontré la famosa mentira blanca o piadosa, y que esas están permitidas, esas se dicen por el "bien" de la persona , para "no" herirla. Me lleva entonces a preguntarme si las mentiras al igual que los pecados carecen de escalas, y al igual que es pecador quien roba por hambre como es mentiroso quien miente por el bien de otro.
Las mentiras son simplemente eso, mentiras, sin importar el tamaño, el motivo o el tipo de mentira; por omisión, por acción o por negación todas terminan siendolo.
Y es que la doble moral del ser humano a veces "premia" lo creativo del mentiroso y otras tantas lo juzga como al peor de los hombres. Y es precismamente la dualidad que suscita la que permite indetificar al que miente y a quien le mienten.
Surge entonces otra serie de interrogantes, ¿qué es lo que nos duele dando un fuerte golpe al ego? ¿la mentira como tal? ¿el motivo? o lo que considero la respuesta ¿ la persona que la dice?.
¿ Estará preparado el ser humano para la verdad? ¿Podrá recibirla con total aprehensión y sin resentimientos?
Mejor aún, ¿Estaremos realmente preparados para perdonar? ¿Será que un mundo de verdades sería un mundo sin errores? Francamente no lo creo, incluso llego a pensar que sería un mundo descarado en el que la gente obraría mal libremente porque la verdad se volvió una ley más del estado, de carácter público y obligatorio.Aclaro no estoy de acuerdo con las mentiras, creo que es uno de los estados más bajos y poco recursivos que podemos llegar como seres humanos, pero las equivocaciones más que provenir de la verdad son resultado de lo imperfecto que es el ser humano.