To my Dear Sophie, wishing with all my soul that this will be the last time we cried for someone who didnt deserve our precious tears.
Es admirable como el mundo sigue girando aún cuando queremos detenerlo así sea por algunos segundos y bajarnos. Es detestable como reincidimos en viejos hábitos que habíamos jurado hasta el cansancio dejar a un lado o simplemente olvidar. Pero es realmente impresionante como aparecen y desaparecen las personas de nuestras vida, y cuando lo hacen el poder que tienen para conmoncionar de alguna manera nuestro mundo.
Seguimos haciendo ligero el equipaje, decidimos ceder nuestras cruces, si pudieramos elegir probalemente las pediríamos de algodón o de corcho, para que no nos pesen en el camino, pero obramos mal y debemos cargala en parte del viaje, por eso es necesario disminuir el peso de nuestras maletas.
La vida es acerca de las decisiones que tomemos y no siempre nos tocan las sencillas. Hay algunas que tambalean, incluso llegan a poner en jaque nuestra moral. Otras dejan ver el caracter menguante y conveniente de nuestra moral, porque al final todos creemos que es lo justo, que es lo correcto, todos decidimos equilibrar la balanza como suponemos debería ser. Y es ahí cuándo nos equivocamos, cuando intentamos jugar a ser dios, cuando nos volvemos un remedo del destino y escribirnos nuestra historia sobre el libro equivocado.
Paren el mundo que me voy a bajar. Hago un alto en este viaje más que para recargar baterías para revisar mis convicciones. Como el mundo no se detiene simplemente me tiro, me tomo un mareol y con el mismo impulso me vuelvo a subir. Creo que la decisión es sencilla, vuelvo a elegir la paz que debe acompañarme en esta aventura. Príncipes azules, rojos y verdes llegarán y cuando eso suceda no será necesario apagar el celular, ni manchar mi piel con una marca de falsa fortaleza. Cuando eso ocurra mi mundo girara más rápido, pero para ese entonces el mareol habrá hecho su efecto y simplemente será divertido.
Brindo por las nuevas alegrías, por las nuevas sonrisas y por las nuevas personas en nuestras vidas. Pero tambien recuerdo con nostalgia a las personas que alguna vez fueron los culpables de tan gratos momentos.
