miércoles, 14 de mayo de 2008

Acerca de los rumores, comentarios y algunas supersticiones.

He escuchado hasta el cansancio que una persona que los hombres no lloran. Tambien que cuando uno rie mucho es porque pronto va a llorar aun más.
He escuchado que mujer que pisa los 30 años sin casarse o tener planes de casarse es una solterona, incluso en mi juventud insulsa y algunas veces vacía he repetido esta frase rematando orgullosamente "yo estoy muy joven para casarme, sin embargo me casaré antes de llegar a esa edad", pues esto es un requisito socialmente indispensable.
Me han dicho personas diferentes que uno debe besar muchos sapos para encontar el príncipe azul, pero tambien rematan diciendo aquellas que besan mucho la sociedad las tilda como "fáciles". ¡Que contradicción!
En fin, supongo que parte de vivir es saber sortear este tipo de comentarios, absorver lo realmente significativo y continuar caminando por la vida. Trazando nuevas rutas de autodescubrimiento. Imprimiendole diversión con aires energizados a los senderos que se transitan.
Transformar los sapos en príncipes o los príncipes en sapos, pero sin dejar de ser princesas. Disfrutar la soltería hasta el momento en que se tenga y casarse no por un condicionamiento de la sociedad sino porque conseguiste el príncipe, no necesariamente azul, pero porque no rojo, verde o de cualquier otro color que aunque no indique perfección mas ciertamente proporcione alegría. Sonreir, no negar una sonrisa, seguir sonriendo y llorar, llorar cuando el alma necesite liberarse, sin importar edad, género incluso el lugar.
Al fin y al cabo, aunque dolorosos muchas veces destructivos, los rumores, comentarios y supersticciones son solo eso, y el mundo sigue girando, para algunos más rápido para otros más lento, pero nunca se detiene.
Hasta una próxima ocasión.

martes, 13 de mayo de 2008

A propósito de los sueños

Tenía mucho tiempo sin escribir, la excusa ideal, la falta de tiempo; la realidad, la pereza física de escribir las ideas que gritan mi mente; el estado intermedio, hacer mi mejor intento por plasmar algo decente antes de tomar un buen baño e ir a domir.
Ciertamente nos quejamos muchas veces de cómo transcurre el tiempo y olvidamos hacer tantas cosas que queremos y qe necesitamos, y aplazamos con la vieja excusa del trabajo, el cansancio, el estudio o la pareja, escribirle a un amigo al cual hace mucho queremos ver o al menos mandarle señales de vida, dejamos de contestar los e-mail que nos escriben, dejamos de arreglarnos, descuidamos nuestra imagen y tristemente nos conformamos con la situación. No nos damos cuenta en que momento dejamos de soñar, incluso cuando nos repetimos hasta el cansancio que no iba a pasar.
Simplemente nos preocupamos por sobrevivir, por cumplir las obligaciones asignadas sin disfrutarlas como antes, se acabó la emoción, mejor expresado dejamos de imprimirle esa emoción, y no, no es culpa de la rutina, porque antes esta era divertida, es culpa de nosotros que se nos olvidó como hacerla divertida.
Así que me encuentro aquí, escribiendo, evitando un merecido baño, por simple flojera de luego tener que secar mi cabello.
Me encuentro aquí, esperando una llamada para tener un pretexto más, una idea nueva, algo que le de un giro a esta tarde.
En un segundo mis antiguos sueños han venido a la cabeza y he analizado cuanto ha cambiado desde entonces, cuantos he logrado y porque he dejado de soñar como antes.
Me pregunto, el porqué perdemos la inocencia. Me pregunto en momento dejamos d ehacer las cosas que nos gustan por simple cansancio o pereza si antes nada nos detenía.
A propósito de soñar, no es cuestión de no ser realistas , es saber que los sueños se pueden hacer realidad y preguntarse cómo los puedo hacer realidad.
En días pasados, mientras pasaba el tiempo en el trabajo, lguien me dijo es casi imposible hacer eso, y yo le conteste que poco optimista eres, esa persona me dijo soy realista que es diferente, le contesté el vaso siempre está medi lleno, y el me dijo en este caso esta roto.
A diario pensamos así y por eso dejamos de soñar. Eso más los comentarios de la gente negativa, apagan los sueños.
Es necesario volver a soñar. Es necesario volver a llenar el vaso así sea de coca cola.