sábado, 22 de enero de 2011

Clave de Sol....

Si él hubiera podido elegir ser una figura, sin lugar a dudas habría escogido una clave de sol. Imponente , de un trazo determinante y dispuesto a iluminar el pentagrama. Si hubiera podido elegir, estoy segura que habría decidido ser música y renacer con cada canción.
Sería una suave melodía, de esas que acarician los oídos y tejen sueños en la memoria, de esos ritmos que nacen siendo historia y cuyas notas entre más se tocan menos se desgastan. Seguramente en su condición etérea sería inmortal como una sinfonía de Beethoven. Sería balada, cumbia y fantasía.
Pero nació mortal, soñador y colorido. Rasga su guitarra por el amor que se fue, concibe nuevas melodías por los sueños que vendrán, y golpea la madera con un toque de melancolía por la metas que están tan cerca, con la fe que pronto llegarán.
Su esencia son deliciosos acordes, corcheas enamoradas que danzan como un paseo bajo la lluvia.
Así es él, como la música, como mi música. Catalizador de recuerdos, propulsor de sueños y la causa de algunas sonrisas, mis sonrisas.