jueves, 13 de octubre de 2011

Algunos recuerdos y su tren de emociones ...

Increíble como una inocente conversación basta para activar la locomotora de los recuerdos que lentamente partiendo de tus memorias recorren la piel evocando sensaciones y emociones hasta el punto de traicionar el presente.
Volvermos a ser niños y a perseguir el camión de los helados, volvemos a los días de colegio intentando centrar la atención en la lección y no en lo que haríamos en la tarde.
Viejos nombres crean corrientazos en la piel y por un momento nos detenemos en el momento en que pudo ser, el que fue y el que realmente nos imaginamos. Recordamos la inocencia de algunos instantes y alcanzamos a sonrojarnos. Volvemos a soñar, otras veces nos reímos de los viejos sueños. Vuelven a la vida seres queridos y nuevamente vemos su sonrisa.
Y la magia no termina ahí, revivimos el sabor de los besos; aquellos robados, los tímidos, los apasionados, los que sabían a malteada, los que sabían a cerveza.
Los ratos incómodos ahora se tornan graciosos, los recuerdos de días de lágrimas los vemos como enseñanzas y los de días de impotencia como escuela para forjar el carácter.
Estamos vivos y las memorias son prueba de ello, son huellas que dejan los años, huellas con efectos narcóticos que evocan lágrimas, sonrisas momentos de éxtasis.
Definitivamente recordar es saber qué vamos por buen camino, que no cometeremos los mismos errores, es cerrar algunas puertas, abrir otras y por que no dejar entre abiertas o con la llave cerca aquellas que tanta alegría nos trajeron.

Por mi, por ti, por que el mundo siga girando. ¡Salud!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Recordar es volver a sentir; sentir es vivir. Yo quiero mantenerme con vida.

Anónimo dijo...

Lo olvidaba... excelente texto ;)

Anónimo dijo...

A veces los recuerdos son dolorosos, pero los necesitamos, gracias por escribir tan especial, gracias por ser tan especial al escribir... haces que los recuerdos sean gotas de felicidad..! gracias tortuga.! :)